Bar Sorocabana, uno de los más emblemáticos de Córdoba
¿A quién no le gusta tomarse un cafecito en la vereda del bar Sorocabana?, mencionaba Daniel Salzano, escritor y poeta cordobés.
Al igual que Salzano, generaciones enteras de cordobeses, recuerdan los momentos compartidos en uno de los bares más emblemáticos de la ciudad.
El bar Sorocabana abrió sus puertas en 1956, ubicado frente a la Plaza San Martín, justo en la intersección de las calles Buenos Aires y San Jerónimo.
Sus mesas sirvieron de refugio a periodistas, poetas y público en general que construyeron historias de amor, desencuentros y añoranzas.
Casi 70 años después, el bar cruzó la vereda para reinventarse en un nuevo local que combina el ayer con una joven propuesta.
Bajo la recova del hotel Sussex, el Sorocabana renace con mobiliario nuevo y detalles industriales que incorporan espejos enormes y una coqueta ventana que mira a la plaza.
Aunque el lugar es pequeño, el uso del espacio es inteligente. Cuenta con un entrepiso y un espacio al aire libre. Tanto la decoración como la música conservan la nostalgia del pasado.
El guiño a la joven clientela se observa en la sustitución del tradicional mobiliario por banquetas y mesas en altura.
La maestría del personal que atiende las mesas sigue intacta así como las opciones en la carta para los desayunos y almuerzos.
El fuerte sabor del café que se sirve complementa el excesivo dulzor de las medialunas y para quienes prefieren sabores salados, la carta ofrece sandwich, tostados, pebetes y un desayuno light que incluye queso crema para untar en tostadas.
Tanto por cantidad como por calidad, los precios de los productos son razonables.
Para responder a las necesidades actuales, una sana recomendación es incluir desayunos y almuerzos sin tacc que por ahora ofrece solamente un tipo de alfajor, así como opciones veganas.
Como único punto en contra, el baño del bar es pequeño y requiere mayor atención en la limpieza.
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