El Hospital abandonado de Santa María (no tan abandonado), también conocido como neuropsiquiátrico Santa María de Punilla, esta situado en el Valle de Punilla, provincia de Córdoba, tiene una historia rica que se remonta a principios del siglo XX.
Fue construido en 1900 como una “Estación climatérica” para tratar a pacientes con tuberculosis, ya que en ese momento se había desatado una epidemia de la enfermedad y se consideraba que el clima de la zona era el más propicio para mejorar la calidad de vida de los enfermos.
El hospital fue creado por el médico Fermín Rodríguez y fue el primero de su tipo en América Latina.
En 1968, el predio pasó a manos del Gobierno nacional y se transformó en un hospital psiquiátrico.
Durante los años más oscuros de la dictadura argentina, también funcionaría como centro clandestino de detención.
Desde 1981, el hospital está bajo la administración del gobierno de Córdoba y actualmente alberga el Hospital de Salud Mental, un centro de rehabilitación de adicciones, el cuartel del Equipo Técnico de Acción ante Catástrofe (ETAC) y otras áreas del gobierno provincial.
Hospital Colonia Santa María de Punilla
Mitos y leyendas del hospital abandonado de Santa María de Punilla
Sin embargo, gran parte del terreno y algunos de los edificios del complejo han quedado abandonados, lo que ha llevado a la proliferación de leyendas, mitos y supuestos fenómenos paranormales entre los habitantes de la zona.
Algunos vecinos de Santa María de Punilla cuentan escuchar ruidos, gritos y llantos en los edificios abandonados, así como presenciar fenómenos extraños como puertas y ventanas que se golpean solas.
De hecho, un grupo de jóvenes que visitó el ex Hospital abandonado de Santa María de Punilla afirmó haber capturado la imagen de un niño fantasma en una de sus fotografías, lo que ha alimentado aún más las teorías paranormales en torno al lugar.
Susurros de desgracia
Han circulado leyendas y cuentos, añadiendo un aire místico a la historia del hospital abandonado. Algunos creen que el cierre de estos pabellones se debió a un evento trágico: un brote inexplicable, una serie de muertes inexplicables o tal vez una presencia inquietante que hizo que las instalaciones fueran inhabitables. Aunque estas narraciones están impregnadas de folclore, contribuyen a la intriga perdurable que rodea al sitio.
Una presencia inquietante
Con el tiempo, numerosos informes de actividad paranormal dentro del hospital abandonado de Santa María han alimentado su reputación como un lugar embrujado. Los visitantes y entusiastas de lo paranormal afirman haber presenciado apariciones, voces incorpóreas y fenómenos inexplicables que desafían la explicación racional. Estos encuentros escalofriantes han cimentado el estatus del hospital como un sitio donde el velo entre los vivos y el mundo de los espíritus parece delgado.
Historias de espíritus inquietos en el hospital abandonado
La tradición que rodea al hospital abandonado de Santa Maria de Punilla incluye historias de espíritus atrapados dentro de sus paredes en descomposición.
Las leyendas hablan de enfermeras espectrales que atienden a pacientes etéreos, ecos de gritos agonizantes que reverberan en pasillos vacíos y la presencia de figuras fantasmales que deambulan sin rumbo.
Si bien el escepticismo puede persistir, las historias de estas almas inquietas continúan intrigando a quienes tienen una inclinación por lo sobrenatural.
Preservando el enigma de una joya olvidada
En los últimos años, el hospital abandonado de Santa Maria de Punilla ha atraído la atención de exploradores urbanos, fotógrafos y aventureros curiosos. Su encanto desolado, decadencia pintoresca y aire persistente de misterio lo han transformado en un tema cautivador para la expresión artística.
Si bien hoy el sitio permanece inaccesible para el público, el encanto que emana continúa inspirando y cautivando desde la distancia.
Ubicación del hospital Santa María de Punilla
Aclaración: Desde entes de turismo municipal y provincial se promociona como un lugar al que puede visitar, pero lo cierto es que hay una orden de la dirección del hospital para mantener afuera del edificio a visitantes.
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